Un robot cabezón que sirve helados de diferentes sabores con diversos toppings, todo al gusto del consumidor, que hace su selección a través de una pantalla con unas animaciones multicolores y una estética al más puro estilo nipón.
Seguramente muy higiénico y eficiente, ahorrará un montón de energía y conservará mejor el sabor del helado, pero pierde mucho encanto.

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