El empleado del club llegaba a los entrenamientos con un viejo ciclomotor que hacía mucho ruido, los jugadores cansados decidieron ponerle fin, y los encargados fueron La Pulga y Piqué que la prendieron fuego ante la mirada atónita del utilero.
Al día siguiente el empleado recibió un moto nueva por parte de los jugadores por lo que todos terminaron felices. Los jugadores no tendrán que soportar más el molesto ruido y el utilero tiene moto nueva.

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